La privacidad es necesaria para una sociedad abierta en la era electrónica.
La privacidad no es el secreto. Un asunto privado es algo que uno no quiere que el mundo entero sepa, pero un asunto secreto es algo que uno no quiere que nadie sepa. La privacidad es el poder de revelarse selectivamente al mundo.
Si dos partes tienen algún tipo de trato, entonces cada una tiene una memoria de su interacción. Cada parte puede hablar sobre su propia memoria de esta; ¿cómo podría evitarse? Uno podría pasar leyes en contra de ello, pero la libertad de expresión es más fuerte. Si muchas partes hablan juntas en el mismo foro, cada una puede hablar con los demás y reunir el conocimiento completo.
La privacidad en una sociedad abierta requiere sistemas anónimos de transacción. Hasta ahora, el dinero en efectivo ha sido el principal sistema de este tipo. Un sistema de transacción anónimo no es un sistema de secreto. Un sistema anónimo permite a los individuos revelarse su identidad sólo cuando ellos lo elijan y únicamente cuando el receptor lo acepte.
La privacidad en una sociedad abierta también requiere la criptografía. Si digo algo, quiero que sólo lo oiga quien se lo estoy diciendo. Si el contenido de mi discurso está disponible para el mundo entero, no tengo privacidad. Encriptar es necesario para la privacidad. Cuando alguien recibe un mensaje encriptado, no sabe de quién es ni lo que significa. Un algoritmo criptográfico debe ser lo suficientemente fuerte como para que el mensaje oculto no pueda ser descifrado sin el conocimiento de la clave, y su seguridad no debe depender de que el algoritmo sea secreto, sino de que la clave sea secreta.
Los Cypherpunks escriben código. Sabemos que alguien tiene que escribir software para defender la privacidad, y dado que no podemos tener privacidad a menos que todos la tengamos, estamos comprometidos a escribirlo. Publicaremos nuestro código para que nuestros camaradas Cypherpunks lo puedan usar y mejorar. Nuestro código es libre para que cualquiera lo use en cualquier parte del mundo. No nos importa mucho si no apruebas el software que escribimos. Sabemos que el software no puede ser destruido y que un sistema ampliamente distribuido nunca puede ser detenido.
Los Cypherpunks deploran las regulaciones sobre la criptografía, ya que la criptografía es fundamentalmente una acción privada. De hecho, la criptografía es la única defensa contra la vigilancia masiva. Los gobiernos intentan detener la propagación de sistemas de transacciones anónimas por miedo a la pérdida de control. Los Cypherpunks no buscan ocultar actividades ilegales; simplemente defendemos la privacidad de las personas mediante sistemas de anonimato.
Los Cypherpunks escriben código. Sabemos que la criptografía, combinada con sistemas anónimos de transacción, puede proporcionar privacidad en un mundo abierto y libre.
La privacidad es necesaria para una sociedad abierta en la era electrónica.